Cierto día, el fósforo le dijo a la vela Hoy te encenderé. ¡Oh no!, dijo la vela, tú no te das cuenta que, si me enciendes, mis días estarán contados; no me hagas una maldad de esas. ¿Entonces tú quieres permanecer así toda tu vida? ¿Dura, fría y sin haber brillado nunca? preguntó el fósforo. ¿Pero tienes que quemarme? Eso duele y además consume todas mis fuerzas, murmuró la vela. Entonces respondió el fósforo: ¡Tienes toda la razón!. Pero esa es nuestra misión. Tú y yo fuimos hechos para ser luz y lo que yo como fósforo puedo hacer es muy poco, mi llama es pequeña y mi tiempo es corto. Pero si te paso mi llama, habré cumplido con el propósito de mi vida; yo fui hecho justamente para eso, para comenzar el fuego. Ahora, tú eres una vela y tu misión es brillar. Todo tu dolor y energía se transformará en luz y calor por un buen tiempo. Oyendo eso, la vela miró al fósforo que ya estaba en el final de su llama y le dijo: ¡Por favor,...
A veces la vida cambia en un instante y el autismo entra a tu familia, en ese momento muchas preguntas empiezan a rondar por tu cabeza. Como familia de Samu, un niño con TEA queremos ser de apoyo mediante nuestro testimonio de vida y apoyar el proceso de aceptación de otras familias y mostrarles que detrás de esta experiencia hay un gran propósito.